
El Palacio Provincial de la Diputación de Cádiz vuelve a acoger en 1991 a un grupo de creadores plásticos andaluces para instituir un patrimonio de arte de vanguardia, que fuera legado para las futuras generaciones de gaditanos. Ricardo Casstillo participa, como ya hiciera en 1989, y es seleccionado, en esta ocasión, con uno de sus cuadros de la serie Otros Desiertos, que tan buena acogida habían tenido en la Galería Pedro Pizarro de Málaga.

1991 ASESOR ARTÍSTICO DE CAVECANEM
El pintor sevillano Fernando Roldán llega a una Sevilla de la que se había desconectado durante más de diez años y decide instalarse en una gran casa de la judería.
Entre andanzas callejeras conoce a Ricardo Casstillo, y juntos comienzan una fecunda amistad en la que intercambian ideas y proyectos artísticos con ganas e ilusión por hacer cosas nuevas.
Ricardo se convierte no sólo en un gran amigo para Fernando, sino también en su asesor artístico personal. Durante casi tres años, fue su labor introducirlo en el mundo artístico de Sevilla, relacionarlo con todos los pintores del momento y conseguir que acudieran –a su taller de dibujo del desnudo– pintores que ya tenían una probada trayectoria profesional, para perfeccionar el grafito, el carboncillo, la sanguina o la aguada.

Por entonces, Casstillo era pintor de la Galería Fausto Velázquez y profesor de Sistemas de Estampación en la Fundación Luis Cernuda. Aquella casa de la calle San José quiso Ricardo convertirla en una extensión de su estudio, compartiendo el espacio con Fernando. Allí se gestaron grandes proyectos como la instalación de El Barco K e incluso la idea de montar juntos una galería de arte contemporáneo.

Fernando Roldan recuerda la gran ayuda que recibió de Ricardo en aquellos años. Fraguaron juntos la idea de CAVECANEM, pero, tan solo dos días antes de inaugurarla, Casstillo decidió abandonar las cuestiones técnicas de una galería y le comunicó que él solo quería ser pintor: pintor y nada más.
Aunque esta repentina decisión los distanció un tiempo, poco después, en 1992 Casstillo expuso en aquella galería una de sus más recordadas exposiciones.
SENDAS DE OKU
Desde que en 1988 se celebrara en Sevilla el I Congreso Internacional sobre Luis Cernuda inaugurado por Octavio Paz, Casstillo se había convertido en apasionado lector de la poesía de Cernuda, pero, también cayó seducido por la traducción que hiciera Octavio Paz del poeta japonés Matsúo Basho y su obra Sendas de Oku.

Traducción de Octavio Paz y Eikichi Hayashiya
Aquellas composiciones poéticas tradicionales japonesas sintonizaban con su sensibilidad. La brevedad, la sencillez, sutileza y austeridad de los haikus expresan en versos lo que Ricardo Casstillo siente y quiere expresar en su pintura. Reconoce en estos poemas la búsqueda de la emoción de un instante, que aunque insignificante, está lleno de sentido. Este universo de contrastes y emociones cortas constituye, precisamente, lo que Ricardo perseguía expresar.
Ejemplo de haiku:
Noche de estío:
El sol alto despierto,
Cierro los párpados.
Estas lecturas le llevan inmediatamente a ponerse manos a la obra y proyecta una instalación titulada Senda de Oku, que poco después vería la luz en el Museo de Arte Contemporáneo.
Casstillo, cautivado por la cultura japonesa, acudió durante algunas sesiones para aprender la caligrafía japonesa considerada como arte, incluso como una disciplina. Pero la destreza de estos caracteres requiere años de práctica. Como reconocimiento al gran interés de su alumno, su profesora Yoko Abiko, le regaló estos ideogramas, que transcriben en kanji su nombre de Ricardo.

PATRICIA
Si este año 1991 tiene un acontecimiento especial para él, ese fue sin duda el nacimiento de Patricia, su tercera hija. A ella dedicó este conmovedor poema, tras un desafortunado episodio de fiebres que sufrió la niña con tan solo unos meses de vida.
Del capítulo “Evocaciones” de su libro Poemapas:
PATRICIA
Tierna a la carrera
de mis brazos arrancada,
en trayecto
casi muerta
maduro a la carrera.
Todo
mi amor
para ella,
¡Despierta!
¡corre, salva, habla!
¡juega!
A la vuelta
dibujo sepia
sobre cartón pluma
allí queda.
¡Corre, risa, ama!
¡juega!
Ricardo Casstillo, 1991
Pepa Pineda, lunes, 13 de junio de 2022
4 respuestas
Muchas gracias!!!
A ti, por siempre y por el gran aprecio que siempre le tuviste.
Me sonaba el nombre y lo recordaba. Y es que he pasado muchas veces por delante de la galería y he entrado unas cuantas. Me gustaba el nombre, no se porqué.
El poema me ha emocionado, precioso.
Gracias, Jaime. También gracias a tu colaboración este blog es posible. Sin las imágenes, que has rescatados de las miles de diapositivas, no hubiera sido posible reconstruir su trayectoria artísitca.