Este año se celebró la mayor fiesta global de la historia por la entrada del III Milenio y el nuevo siglo. En España empezamos, por fin, a sentirnos parte de Europa, con la llegada del euro. Todos esperábamos ilusionados grandes cambios, grandes avances. Sin embargo, solo se produjeron algunos vaivenes políticos, y el arte contemporáneo en Sevilla se mantuvo en la difícil batalla de ganar un tímido terreno a los toros, al Rocío, a la Semana Santa y a los volantes y farolillos.
A primeros de año, una de las primeras ediciones de El Abanto y la Cultura –revista andaluza dedicada a las artes plásticas, los libros, la música, el cine y a cualquier otra forma de expresión artística– se hizo eco de la colección de aguafuertes 50 Ojos que dirigía Ricardo Casstillo y que estaba en la calle desde hacía un par de años.

En aquella batalla por defender el arte de vanguardia estaban Ricardo, Pedro Simón y Manolo Cuervo, protagonistas de las primeras carpetas de la colección y del artículo “Una forma de vivir” de Guillermo Herrera, fotógrafo y colaborador de la revista.
En la entrevista que Guillermo hace a Casstillo, a propósito de su proyecto, destaca su “ingeniosa idea de lanzar a sus amigos a través de obras originales realizadas en grabados, para así abaratar el coste” y explica con tono irónico y burlón que “así los sevillanos podrían ir a la Feria, tomar manzanilla y comprar sus trabajos”
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Mientras El Abanto se hacía eco de 50 Ojos hasta la tercera carpeta, nombrando a todos los artistas que habían participado hasta el momento, Ricardo andaba con la publicación de la cuarta por los estudios de otros pintores amigos para continuar la colección.
50 OJOS CUARTA CARPETA
En los ochenta y los noventa, ferias como Arco y Estampa se convirtieron en grandes difusoras de la gráfica contemporánea. También contribuyeron los talleres y galerías de obra gráfica. Entre ellos es necesario recordar El Taller del Pasaje en el casco antiguo de Sevilla, dirigido por José Luis Porcar y al que tantas veces acudió Ricardo Casstillo para realizar muchos de sus proyectos junto a su gran amigo el grabador Antonio Damián.
La vida profesional de Casstillo, giró siempre en torno a la gráfica, como artista, docente y gestor de proyectos relacionados con ella. Conocía bien a los editores y los talleres que había en la ciudad. Pero esta vez, para la edición de 50 Ojos, confió en Scalpo, el primer taller de grabado que Jesús Tejedor acababa de fundar en su casa de la calle San Vicente de Sevilla. Taller de grabado por el que pasarían todos y cada uno de los pintores de la colección.
Los cuatro artistas que componen esta carpeta son Ricardo Cadenas, Nuria Carrasco, Antonio Sosa y Juan José Fuentes.

Ricardo Cadenas, Sevilla 1960. Estudia Bellas Artes en la Universidad de Sevilla, y desde 1987 trabaja como profesor de dibujo en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca. Como pintor entra en el panorama sevillano de la mano de Paco Molina y forma parte de La Máquina Española. Está representado en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid.

Nuria Carrasco García, Ronda, Málaga 1962. Es licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, destaca por su versatilidad técnica y la habilidad con la que maneja diversos materiales. Para realizar sus proyectos se vale de la fotografía, el vídeo o la instalación. Su obra, que siempre responde a un compromiso social, ha sido expuesta en la prestigiosa galería madrileña Juana de Aizpuru o en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, entre otros.

Juan José Fuentes, Benamejí, Córdoba 1954. Es diplomado en Grabado y Estampación por la Facultad de BB.AA. de Sevilla y Beca de la Fundación Rodríguez Acosta de Granada. Desde los años 80 expone en las galerías más conocidas de la ciudad, con una pintura sensual y colorista que organiza a través de un lenguaje personal que lo hace inconfundible.

Antonio Sosa, Coria del Río, 1962. Estudió en la Escuela de Artes y oficios de Sevilla y la Escuela Superior de Bellas Artes de Sevilla, donde destacó como escultor.
Expone regularmente en importantes museos, espacios públicos y galerías de arte, de manera individual y colectiva, tanto a nivel nacional como internacional. Además, participa en ferias de arte reconocidas: Arco, Basilea, Toronto, Frankfurt, Nueva York, Londres, Berlín, Bristol, Gales, Glasgow, Miami y muchas otras.
En un tanteo por acercar el arte contemporáneo a la Sevilla más rancia, Venegas propuso al Ateneo de la ciudad que acogiera en su agenda cultural la presentación de la cuarta carpeta de 50 Ojos que acababa de editar.
Para el acto, el Ateneo ofreció la Sala Manuel Sales y Ferré, fundador del mismo en 1887 y tuvo una de las puestas de largo más formales que hasta el momento había tenido la colección. En la mesa presidencial, Luis Mª Venegas, editor junto a Jesús Reina, autor del texto de la carpeta, estuvieron acompañados por representantes de la Junta Directiva.
Como era de esperar, el público que acudió a la convocatoria fue escaso, pero quedó plasmada en la memoria una buena muestra del arte de finales del siglo XX y los nuevos grabados de este siglo en su sala de exposiciones.
OTROS DIBUJOS SURREALISTAS
Ricardo trabajaba lo que venía a su mente en plena libertad y con la mayor valentía. Eso hacía que no se doblegara a las galerías, con las que solía tener problemas. En el 2000 seguía probando distintas técnicas, pero nunca se apartó del dibujo, al que acudía constantemente articulando su pensamiento con los signos de su propio lenguaje.
Para Pedro Simón, estos dibujos están en la órbita del surrealismo, aunque no caen dentro de su estricta ortodoxia, pues Casstillo, como siempre, los trata con su lenguaje propio: sus siluetas, sus curvígrafos; unas veces, con una mirada delicada hacia el espíritu humano y, otras, con su abrupta sorna.




Pepa Pineda Villarrubia. Sevilla, lunes 22 de mayo de 2023
2 respuestas
Difícil empresa, darle la visibilidad que merece el arte contemporáneo.
Parece que esta ciudad está impregnada de una pátina rancia y casposa. Como una piel que lo envuelve todo y cuando, por algún lado se abre, alguien se apresura a cauterizarla.
Grande, Casstillo.
Grande, sin duda