Aquel edificio del Patio de San Laureano, que había sido comprado por Hernando Colón –hijo de Cristóbal Colón– en 1526, era una casa-palacio con jardín y huertas.
Pasaría por manos de otros propietarios: banqueros, olleros y hermandades religiosas. Hasta llegar a principios de 1600 cuando la Hermandad de la Merced, que compartía la fábrica con la Hermandad del Santo Entierro y con la Ollería, fundó el Colegio de San Laureano. Colegio, llamado de los Mercedarios, que mantuvo su actividad docente hasta finales de los años 70 del siglo XX. A partir de entonces se instalaron casas de vecindad, bares, tabernas, talleres, una discoteca llamada El Club Yeyé, un restaurante, una quesería y hasta un cine de verano.
Allí, a partir de los 90, ubicaron su estudio el pintor Ricardo Cadenas, la ceramista Antonia Jaén; sus viviendas los pintores Javier Buzón y Salomé del Campo con su marido Moisés Moreno; Charo, la bailaora tenía su escuela de danza, y, hasta hubo una productora de cine, local que seria posteriormente el de Korral.

Aquí, es donde Ricardo Casstillo decide lanzarse a la aventura de una escuela independiente y la abre en 1993. Aquel recinto cercado y descubierto parecía ciertamente una casa, un patio o un corral, de aquellos antiguos corrales de comedias. Por lo que quiso aprovechar esa peculiaridad y puso sobre la mesa a debate qué nombre debería llevar su escuela de arte. Así, entre amigos y colegas partícipes del proyecto decidieron nombrarla KORRAL DEL ARTE FACTORÍA.

Ricardo organiza unos cursos en horario de tarde, junto a antiguos compañeros de Bellas Artes como Alberto Donaire y Cristina Corchón, para impartir Óleo, Acuarela, Huecograbado y Dibujo del desnudo (en la que colaboró a menudo Ricardo Cadenas).
Incorporó un taller de restauración, llevado por Cristina Corchón, en el que se matriculó Concha Ybarra, que además participaba del resto de talleres, y que actualmente tiene una gran proyección profesional como artista. Y poco a poco va incorporando otras opciones como Grabado, técnica en la que él era un experto maestro.

Su gran formación artística, su talante abierto y don natural para atraer a los demás por su risa abierta, su simpatía, su palabra y su personalidad hace reunir en torno a Korral a personas con ganas de aprender, crear y conversar. Se convirtió en un punto de encuentro, un espacio creativo común y, como representa su logo, era la antena de las artes, donde se recibían todas las ondas artísticas y todas las ideas.
¿Qué es Korral?
“Es un espacio ubicado en el mundo de las ideas, compuesto a su vez por un conjunto de microespacios e individuos, relacionados entre sí, deformable y extensible hasta donde la imaginación, la necesidad y la voluntad imponga. Cuyo objeto es danzar por el borde de los horizontes limitados de la belleza, e intentar –a través de la multiplicidad en las formas y la pluralidad en el espíritu– recorrer juntos un camino que nunca termina, un camino de otros mundos. ¡El camino del silencio!”
Ricardo Casstillo.
UN ESPACIO ARTÍSTICO UN TANTO BOTÁNICO

Entre enero y febrero de 1995 Casstillo consigue que sus alumnos expongan en el espacio UNICEF sus primeras obras. En esta exposición a beneficio de Ruanda, titulada Un espacio artístico un tanto botánico, participaron 16 artistas noveles pertenecientes todos a Korral, en la que colaboraba también el Parque del Alamillo y de la que se hizo eco la prensa el día de la inauguración.
Así explica Ricardo Casstillo, en el catálogo, qué significa esta exposición y cómo contribuye a la construcción de la idea llamada Korral del Arte.
«¿KORRAL DEL ARTE?
La exposición titulada Un paseo artístico un tanto botánico, organizado por Korral con sus propios alumnos, se ofrece como el mejor marco para ir definiendo entre todos una idea llamada Korral del Arte.
»Aunque soy parco a la hora de dar explicaciones, haré un primer intento de aproximación para definir esto de “Korral del Arte”.
»Sabemos que la acepción corral (sin k) figura en el diccionario de la Real Academia Española como ‘casa, patio o teatro donde se representan las comedias; diósele este nombre porque antiguamente estaba cubierto’.

»De nuevo el hombre con su idea sobre las cosas, es el que puede transformar los espacios, proveerlos de nuevas acepciones desde la práctica de la comunicación.
»En esta línea hemos conseguido expresarnos. Las ideas las llevamos, lo mejor que sabemos en cada momento, al plano cuando pintamos y al aire cuando esculpimos como si de algo mágico se tratara.
»Korral cree que hemos desatendido el don de ver las cosas. Hemos reducido nuestra mirada a mero instrumento de identificación y medición; de ahí que padezcamos una escasez de ideas susceptibles de ser expresadas en imágenes y una incapacidad de descubrir significación en lo que vemos.
»Korral se propone profundizar en todos los elementos que conforman el mundo de las artes plásticas, con el objeto de construir formas y adiestrar al alumno en el manejo de distintas materias con cualidad de transformación.
»El interés reside en despertar en cada persona inquietudes nobles en libertad, que le pueda servir para su formación por medio de la pintura, la escultura, el grabado y la restauración. Estas materias como vehículo de acercamiento al arte y un debate artístico permanente, pueden hacer que los lugares construidos por el hombre tengan importancia en la medida que los hombres vivan, aunque cada uno de los que los habitemos lo vivamos de manera distinta.
Por último, Korral no es nada sin todas las personas que de una manera y otra hacen de la experiencia artística una forma también de ser.
Ricardo Casstillo».
Personalmente, Ricardo Casstillo mantiene su actividad como artista participando en diversas iniciativas como el Proyecto DELFT de cerámica, la exposición solidaria organizada por el Comité Antisida, la revista El Siglo que Viene –que dedica el número 24/25 a un monográfico de cine–. Fue también asesor del programa de exposiciones de UNICEF donde presenta su carpeta de grabados titulada Arte Curativo, de la que dejo aquí una muestra, y que seguiremos disfrutando en las próximas entradas.

Pepa Pineda, lunes 19 de septiembre 2022
4 respuestas
Ricardo fue un gran Artita y una gran persona y muy sensible, colaboré, o mejor, colaboramos todos con sus ideas. Consiguió una gran escuela como jamás existió en Sevilla, éramos casi 40 alumnos, realizando todas las artes. Fue una pena su pérdida.
Así era Ricardo. Consiguió que todos hiciéramos algo nuevo que nunca habíamos hecho antes. Consiguió sacar de nosotros el artista que llevamos dentro. Muchas gracias, Antonio, por tu comentario.
Qué preciosa idea, qué creatividad se respiraba en aquella época y en aquel entorno que crearon junto con Ricardo los demás artistas… Ojalá ver algo así actualmente, algo tan puro como fue Korral del Arte Factoría
Así es. Pocas iniciativas como Korral se han repetido. Pero Ricardo confiaba mucho en la gente joven y su capacidad para crear y avanzar. Seguro que algo parecido sucede tarde o temprano. Otro nuevo espacio común de creación, donde los alumnos no eran alumnos, sino participantes del proyecto.