La obra de los 90
En los años 90, Ricardo Casstillo consolidó su identidad artística explorando materiales industriales, procesos fotográficos y una constante reflexión sobre la relación entre el ser humano y la tecnología.
Esta década estuvo marcada por una experimentación intensa, con obras que combinaban pintura industrial, emulsión fotográfica y acuarela, generando un lenguaje visual único. Eventos como la I Manifestación Artística POPÓ (1996) y exposiciones como Plagas II (1997) evidenciaron su inclinación hacia la crítica social y la fusión de técnicas.
Este período fue clave en su trayectoria, estableciéndolo como un referente del arte contemporáneo sevillano, con un estilo innovador y conceptual.
