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1999 CRUCES EN EL CAMINO

Era  Domingo de Ramos y la primavera empezaba con una explosión de olor y  luz en Sevilla.  Sin embargo, Casstillo comenzaba  la Semana Santa del 98 con una dolorosa noticia: la amarga despedida de su única hermana, aquella  que había luchado contra la enfermedad con una eterna sonrisa y que tantas veces le había inspirado en sus dibujos.

Su prematura muerte desbarató la  alegría de Ricardo por la esperada venida de su última hija. Iba a nacer de un  momento a otro, ya estaba fuera de cuentas.  Y,  quiso el destino que justo después del funeral, antes de que acabara el sepelio, la pequeña  Luisa Casstillo quisiera tomar el relevo de la vida.

Sin mediar un café, Ricardo abandonaba el cementerio y se encontraba camino del paritorio para asistir a su nacimiento.

Un año después, en marzo de 1999 vomitaba su dolor y sus cavilaciones sobre la trascendencia del hombre en una serie de óleos de mediano formato,  con una iconografía religiosa donde la vida y la muerte se dan la mano, en un giro perpetuo como en un carrusel. Serie  que dio en titular Cruces en el camino.  Quizás, esas cruces instaladas en las encrucijadas que dan cobijo espiritual a los peregrinos.  

Casstillo expresaba  una necesidad natural del hombre, que  a pesar de saberse un ser finito, quiere sobrepasar el límite de su conciencia, por eso, en sus  cuadros lo racional y lo emocional se proyectan como una búsqueda de esta trascendencia.

Ahora sus figuras planas están yertas y se relacionan con cruces y vórtices de energía, estableciendo un camino  más allá del mundo sensible y que aspira a la superación de su finitud.

Posiblemente se basó en los principios filosóficos de la medicina tradicional china que  concibe al ser humano como un microcosmos en estrecha y constante relación con un macrocosmos. De ahí, esos vórtices de la acupuntura china, entendidos como núcleos, condensaciones,  manifestaciones del movimiento de la energía vital y la transformación constante de la corporal.

Pero, otra lectura del vórtex sería también el de las diferentes culturas de la Antigüedad que creían firmemente en ellos, al menos a juzgar por la estratégica posición de las pirámides de Egipto, la construcción del Stonehenge o los templos mayas.

Obra adquirida por la Colección de Arte Contemporáneo NH STOCK ART colgada en el Hotel NH Plaza de Armas de Sevilla en 1999.
Alfredo S. Monteseirín, alcalde de Sevilla,  y el director de la Colección NH Stcok Art, en el acto de adquisición de la obra.

CENTRO DE ARTE UNICEF

Cruces en el camino se inauguró el viernes 19 de febrero de 1999 en el Centro de Arte Unicef de la calle San Isidoro de Sevilla. Estuvo expuesta hasta el 5 de marzo con una buena  acogida de visitantes. La prensa se hizo eco de la exposición, si bien la dureza de la temática fue recibida por el público con cierta desazón por la profundidad de las imágenes. No eran cuadros para decorar, su temerario mensaje  lo ponía difícil al comprador medio y no fue un éxito de ventas. Sin embargo, era la serie más preciada para Casstillo.

EL CASSTILLO NEORROMÁNTICO

Ricardo se declara neorromántico en esta serie. Los colores ocres, bermellón y azules de su obra recuerdan  escenas del neoclasicismo o el romanticismo de  Géricault   

Cruces en el camino “representa un cambio hacia una  pintura poética y existencialista, basada en los sentimientos y emociones. En ella elige estos símbolos para representar la muerte, el nacimiento de la vida y las transformaciones. Todo sobre un fondo que a veces toma de los cuadros barrocos para infundir mayor dramatismo y expresividad” escribe  Genaro Marcos en Diario de Andalucía, 1 marzo 1999

R.Casstillo, S/T óleo sobre lienzo 55 x 114 cm, 1999
R.Casstillo, S/T óleo sobre lienzo 55 x 114 cm, 1999

Y José María Gómez en El Correo de Andalucía, el 2 de marzo de 1999 comenta: “Se trata de una pintura que él mismo denomina existencialista y neorromántica, alejada de los excesos del arte conceptualista de los noventa y de la influencia norteamericana de los últimos tiempos”.

Seguramente Ricardo se aleja conscientemente de las corrientes artísticas de los 90 en esta serie y quiere expresarse desde una perspectiva  judeocristiana.

Ricardo Casstillo, S/T óleo sobre lienzo, 73 x 73 cm. 1999

Su  existencialismo se orienta  alrededor de su propia vivencia, de la responsabilidad, la libertad, de las emociones.  Y el  significado de la vida, se transformó en una enorme expresión de júbilo cuando tras muchas horas de espera, pudo sostener en sus brazos a la pequeña que le devolvió la confianza en la condición humana.

Clínica Sagrado Corazón de Sevilla, 21:15 del martes 7 de abril de 1998.

La llegada de su hija Luisa Andrea le devolvió  la fuerza para la vida tras la despedida de su hermana 48 horas antes. Aquella oportuna coincidencia para nacer creó entre ellos una particular unión espiritual.  Compartían ideas, músicas, lecturas, charlas, confianza  y, un enorme orgullo mutuo hasta el último de sus días.

Cruces en el camino de 1999 fue en definitiva la expresión artística de aquellos momentos tan cargados de emoción que vivió el mes de abril de 1998.

Pepa Pineda Villarrubia. Sevilla, lunes, 27 de febrero de 2023

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4 respuestas

  1. He tenido la gran oportunidad, y el privilegio, de ver su obra a través de la recuperación de las diapositivas. Esta serie era la que más «me llamaba» sin saber porqué.
    He sentido una gran emoción al leer esta entrada. Un abrazo.

    1. Sin duda tu trabajo de recuperación de la obra de Ricardo a través de sus diapositivas
      ha sido emocionante y un privilegio para los dos.
      Un millón de gracias por tu esfuerzo y por apoyar a su memoria.

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