“El Colegio de Arquitectos de Granada acoge una muestra sobre candelas”. Así comienza el artículo “En el candelabro” del periódico IDEAL de Granada (24 de abril de 1998).
La exposición reivindicaba el significado de ese candelero con varios brazos para sostener velas de cera o aceite que ilumina puntos concretos de una estancia. El candelabro como objeto relacionado con la espiritualidad, con una luz que ofrece su propio tenebrismo en las pequeñas capillas e invita a cierto recogimiento.

El pintor sevillano Pedro Simón vivía por entonces en Granada y mantenía amistad con Antonio Jiménez Torrecillas, uno de los grandes arquitectos de esta ciudad. Este afamado profesor y arquitecto remodeló la antigua muralla nazarí de Granada y su entorno con un estilo contemporáneo. En su trabajo se centró en el estudio del diseño, la construcción de estructuras singulares y la investigación sobre la luz natural y artificial.
Jiménez Torrecillas le ofreció el Colegio de Arquitectos a Pedro para que planteara una exposición y este le organizó una divertida muestra de objetos lumínicos haciendo un guiño al pasado y pensó en su amigo Ricardo Casstillo.
La idea era tomar este objeto del pasado como tema monográfico. Participaron una treintena de artistas de diferentes tendencias que pusieron en juego su imaginacion para ofrecer un enfoque personal y múltiple de este objeto.
Casstillo presentó un ready made al más puro estilo de Duchamp, un sugerente candelabro mórfico, portando una vela de un burdeos oscuro como la sangre, encendida entre dos amantes que beben de la misma copa.

Simón participó regresando al Medioevo con un candil en hierro soldado.

Y, entre otros, José María Larrondo recreó su particular Casa de los espíritus con un conjunto ordenado de velas blancas.

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La muestra, comisariada por Magda Corral, no fue más que “una propuesta lúdica para divertirse y descongestionarnos de exposiciones al uso” como la definió la propia Fundación de Arquitectos.

Como lúdico fue, también, el prólogo donde Genaro Marcos y Nadia Cior –pseudónimo de Nadine Janssens– recreaban con cierta sorna una cena donde los candelabros están colocados en la mesa entre copas de cristal y canapés, y un ama de casa resentida los esgrime cual arma arrojadiza contra su marido. “Les histoires d’amour finissent mal en général”, terminan diciendo.
El día de la inauguración se apagó la iluminación de la sala y se prendieron todos los candelabros; el resultado fue una espectacular muestra de luces alumbrando un gran espacio en penumbra.
“Aquello fue una cosa divertidísima, con la capacidad de regalarnos que teníamos todos tan jóvenes. Hoy ninguna galería anima a participar a los pintores en cosas entretenidas, sin solemnidad, todo es a ver quién gana más dinero”, se lamenta Pedro Simón.
LIVING WITHOUT BOUNDARIES.
“Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país”. “En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país”.
Artículos 13 y 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos”, proclamada por Naciones Unidas en 1948.
Es importante destacar el carácter solidario de Casstillo, su gran compromiso ante los derechos de los desfavorecidos, de los que huyen de la guerra y buscan asilo, de los discapacitados y los maltratados. Siempre estuvo dispuesto a ofrecer su obra para causas en favor de las libertades.
Por eso, no duda en participar en el 50º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que CEAR-SUR organizó en Sevilla este año 1998.

En la lista de participantes se encuentran las primeras firmas de la fotografía y la pintura contemporánea de aquellos momentos en Sevilla.

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ASOCIACIÓN DE ARTISTAS ANDALUCES DE ARTE CONTEMPORÁNEO.
“Los artistas estamos desprotegidos y aislados y, dejando aparte las dificultades económicas, nos encontramos en una situación de total indefensión ante determinadas situaciones”, esta era una de las grandes inquietudes de Ricardo Casstillo. Con el ánimo de agrupar a los creadores andaluces y formar un colectivo que defendiera sus intereses, a finales de septiembre de 1998, se crea la Asociación de Artistas Andaluces de Arte Contemporáneo.

Se respiraba un descontento general. Les preocupaba la dificultad de los jóvenes creadores para entrar en el mercado. La Asociación sería un medio de presión ante el Estado, al que reivindicaban la reducción del 20% en el que estaba el IRPF, y, del mismo modo, ante los galeristas que abusaban en sus porcentajes, que por aquellos años venía alcanzando hasta un 50%.
La agrupación de todos los artistas andaluces de arte contemporáneo lucharía por la defensa de sus derechos. Daniel Bilbao, Jesús Tejedor, Pepe Soto, César Sastre, Ricardo Casstillo y Pepe Barragán, entre otros impulsaron esta iniciativa, que acogieron de buen grado incluso pintores tan representativos como Félix de Cárdenas, Guillermo Pérez Villalta, Joaquín Sáez, Santiago del Campo o Manuel Salinas.

Eran artistas jóvenes unidos para ofrecer asesoramiento y ayuda legal para los asociados, realizar convenios de colaboración con todo tipo de entidades públicas y privadas, organizar y participar en cursos, congresos y confederarse con otras asociaciones. Pretendían tener voto en las instituciones y participar en las decisiones del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, para lo que ya se habían reunido con su director, José Antonio Chacón. (El País, 4 octubre 1998)
Querían incidir, de alguna forma, en el contenido pedagógico de la Facultad de Bellas Artes. En otras universidades, como la de Cuenca, tenían en su programa a pintores consagrados que impartían cursillos a los alumnos. Esto era impensable en la Facultad de BBAA de Sevilla, a la que pretendían proponerlo para conseguir una enseñanza más dinámica.
Uno de sus primeros proyectos era editar un boletín de carácter mensual que sirviera de información y nexo entre todos los socios, una revista sólida, especializada donde dar a conocer a toda la sociedad el trabajo que llevaban a cabo los artistas andaluces.
Lamentablemente, tuvo gran repercusión en prensa y una primera acogida masiva, pero la asociación no prosperó, tal vez por el pertinaz carácter individualista de la mayoría de los artistas.
AÑO 1998

En definitiva, aquel 1998 Casstillo tuvo un año muy prolífico: su viaje a Cuba y Palabras de la Ceiba, el inicio de la colección de grabados 50 Ojos, la nueva edición de su carpeta de grabados Arte Curativo, su incursión en la escultura con Candel Abro, la puesta en marcha de la Asociación de Artistas Contemporáneos, una nueva colectiva, en la Galería Félix Gómez de Sevilla: Sexo Mandamiento y en El Supermercado del Arte, hasta su colaboración en el fanzine publicado por estudiantes de Jerez de la Frontera El Rincón Eléctrico .

En Sevilla, Pepa Pineda Villarrubia, lunes 13 de febrero de 2023