Para la entrada de hoy, dedicada a una buena parte del trabajo sobre el papel de Ricardo Casstillo, nadie como Iván de la Torre Amerighi, crítico de arte, comisario y profesor en las Universidades de Sevilla y Málaga, para darnos una aproximación certera sobre su labor en este soporte.

Para ello hemos extraído algunos párrafos de su atinado análisis “La obra en papel en la trayectoria creativa de Ricardo Casstillo”, del catálogo Cordilleras del Olvido,2024.
Siguiendo la senda de Horacio, Ut pictura poesis, empieza resaltando la figura de Ricardo como pintor y como poeta. Plantea la comparación entre ambas artes, que Casstillo consideraba paralelas. Por eso, por encima del puro placer del trazo libre, su obra encierra siempre un mensaje. Para él la pintura podía ser tan expresiva como la poesía, y esto le llevó a concebirla como un medio narrativo.

«Para un pintor que se sienta poeta o, tal vez, para un poeta que milite en la pintura, el dibujo o, más concretamente, la obra sobre papel facilita el disfrute de una libertad de acción inusual en dos direcciones paralelas. Por un lado, su faceta de bardo lírico a Casstillo le posibilitaba ahondar en ocasiones –desde un punto de vista plástico y estético- en el verso suelto y único, y siempre en el verso libre, sin consonancias ni asonancias. Por otro, como creador plástico, utilizaba de estos recursos en cuanto que factores de liberación de las férreas normas y restricciones que impone el lienzo y su bastidor, con sus límites, convenciones y cargas.

»Las series tituladas Haikus, todas de 2003, realizadas sobre papel de arroz mediante aguadas, acrílicos o tinta china, revelan concisión en el gesto, en la pincelada, en la plasmación de breves bodegones de cromatismo brillante compuestos, en ocasiones, de una o dos piezas de fruta o verdura, otras veces de un cuenco, un cubierto solitario, un ave».

Sobre este género producido por Ricardo, también escribe Fernando Martín Martín, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, en el artículo “Ricardo Casstillo: Artista Humanista” del mismo catálogo:

«De especial atención por su exquisita factura son un conjunto de aguadas de pequeña dimensión sobre papel de arroz, representando grupos de frutas y hortalizas (2003), destacándose por su belleza y deslumbrante colorido, expresadas a veces como impresiones abstractas e ingrávidas sobre la nitidez blanca de un fondo sin referencias. Obras que por su tratamiento bien podríamos calificar de auténticos ukiyo-e, atendiendo a su carácter flotante y la sensibilidad con que están plasmadas, notas ambas propias de refinamiento oriental, algo que además se ve acentuado tanto por el soporte, como por el hecho de sustituir la firma con un sello, en este caso con la representación de un simio, costumbre muy habitual en la pintura china y japonesa».

Continúa Iván de la Torre abordando la serie de aguadas en tinta china negra, sobre el mismo soporte de papel de arroz:

«Cuando trabaja de manera monocromática la temática variará y el espectador parece asistir a escenas prehistóricas: esqueletos de animales aislados, un recolector ante especies vegetales gigantescas, un cazador en busca de su presa, presas que se esconden tras unos desnudos troncos…

»En todos ellos, como sucede en la composición métrica japonesa de la cual toma su nombre, se contiene el asombro frente a la naturaleza y una reflexión filosófica en relación a la emoción que aquella suscita».

En cuanto a las motivaciones artísticas que subyacen, como constante, en la obra e Casstillo, el profesor De la Torre comenta:

»Por un lado, el proceso, siempre continuo e inconcluso, de ir alcanzando una homogeneización entre el arte de vanguardia, la posmodernidad y una dicción propia.

Y, por otro, la voluntad de situar al ser humano como centro y agente propicio para desencadenar reflexiones sobre realidades trascendentes e intrascendentes. En este último estadio se vislumbra el enfrentamiento entre el hombre y la máquina, entre lo natural y lo industrial».

Y prosigue el citado artículo destacando la importancia del dibujo sobre papel en el conjunto de la obra de Ricardo:

«basta asomarse a su ingente producción para reconocer la preeminencia y el peso cuantitativo que tienen ciertos materiales, procesos y técnicas en un trabajo que abarcó cuatro décadas. Décadas en la que se entretejió una sutil urdimbre de relaciones e interacciones entre técnicas, soportes, temáticas y lenguajes.

»Frente a lo que concurría en la obra sobre lienzo, en las grandes composiciones, el dibujo, el papel, permitieron a Casstillo el trabajo continuado, permanente, el juego con el encuentro y la recuperación, la fragilidad del material, un campo mucho más receptivo a la experimentación».

«Es indudable que la obra de Casstillo –concluye el profesor De la Torre– no puede encasillarse en un único lenguaje o estilo fijo a lo largo de su trayectoria. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en muchos casos, sus constantes cambios no respondieron a una intención de ajustarse a las tendencias del mercado artístico. Más bien, fueron la técnica y los modelos expresivos los que evolucionaron en función de sus inquietudes, intereses y formas de canalizar sus emociones, reflejando así la complejidad y transformación constante de un artista en permanente redefinición».

Pepa Pineda Villarrubia, Sevilla. Lunes, 3 de febrero de 2025

P.D.: Quede mi sincero agradecimiento a Francisco Martínez Cuadrado, catedrático de Literatura, por su colaboración y apoyo en este blog.