La segunda edición de Sevilla en Abierto se presentó en la Sala Santa Inés de Sevilla bajo el título de La Actualidad de lo Bello.
Allí un total de 15 artistas andaluces, entre los que se encontraba Ricardo Casstillo, profundizaron en el sentido contemporáneo de lo bello, como explicaba la comisaria Belén Chueca: «Las obras que se exponen, entre las que este año se incluyen algunas esculturas, encierran de algún modo los distintos significados que la literatura y los pensadores han otorgado a la belleza o a lo bello» El País 28/03/2003.

La belleza y lo bello ha sido objeto de reflexión a lo largo de la historia, efectivamente. Platón, consideraba que lo bello era una forma de verdad, que podía llevarnos a una comprensión más profunda de la realidad.

En la estética contemporánea, lo bello se desliga de los ideales universales cuestionando el concepto tradicional de belleza. Se entiende más como una construcción cultural y subjetiva. Y, dentro de este nuevo concepto estético de lo bello, Casstillo participa en esta edición con dos obras de gran formato. Las dos son parte de su serie El Inquilino Elemento: El Ring de la Memoria y Las Tribulaciones del ‘Ser’ García.
Como hemos visto en la entrada anterior de este blog, en este año 2003 Ricardo está trabajando en su línea de FRAGMENTACIÓN de la IMAGEN, del COLOR y también de lo SENTIDO, tal como él mismo explicaba en el proyecto El Limbo de las Cosas, que le llevó a ganar la Beca Daniel Vázquez Díaz.

Su obra Las tribulaciones del ‘Ser’ García, es una invitación a la reflexión dentro de un damero maldito.
Pero, ¿quién es el ‘Ser’ García? ¿Es uno de los miles de seres anónimos que pueblan España, como las siluetas planas de Ricardo Casstillo? Hay un millón y medio de españoles que se apellidan García, según las estadísticas; él mismo se llamaba García de segundo apellido. El ‘Ser‘.García podría ser un hombre universal y el propio Ricardo.
¿Qué quiere contar Casstillo con estas complicadas pruebas y desafíos?, ¿Cuáles son esas tribulaciones a las que nos enfrentamos a lo largo de nuestra vida?

Si tenemos en cuenta, ya no solo la FRAGMENTACIÓN sino lo SENTIDO, cada una de las cuadrículas de este damero es una adivinanza que nos habla de fortaleza espiritual, de perseverancia, de naturaleza, de vida, de luchas y de control. Las tribulaciones se asocian a desafíos intensos, pruebas complicadas, o desesperanza; unas veces breves, otras prolongadas. Pero, en todo caso, así las quiso representar, como momentos de aprendizaje y maduración personal.

CONTENIDO CONCEPTUAL

Él mismo desarrollaba el contenido conceptual de su obra:

Como la cáscara de la nuez en una puerta, así habla de mí mi pintura o mi acto creativo, que se convierte en la necesidad de encontrar en el reflejo dialéctico de la realidad mi relación con la realidad misma.
Para este proceso creativo parto de la idea del binomio ética-estética. 

En la coherencia de este concepto con mi obra descansan 20 años de trabajo sin interrupción. No es más ni es menos que el equilibrio entre lo interno y lo externo, la necesidad y la libertad. Básicamente es una doctrina dialéctica del reflejo de la realidad.

Primero hay que desvelar a los artistas del pasado que se movieron en este ámbito, por medio del legado de su obra pintada y de su pensamiento escrito.

Una vez constituido el hábeas de trabajo y dentro del devenir del arte, se podría resumir este concepto como “la penetración estética hacia la esencia, las leyes de la vida humana, la sustancia del ser-hombre. Puede tener así, desde el punto de vista del contenido, una variedad ilimitada, puede separarse todo lo radicalmente que se quiera de la superficie inmediatamente percibida de la vida cotidiana. Puede parecer  comparada con ella, todo lo grosera o fantástica que se quiera, sin tener que perder por eso su esencia de refiguración verdadera de la realidad" 1
1.Tratato de Estética. Tomo II. Georg Lukács. 19301

EL FUEGO

La salamandra ignífuga, emblema de invulnerabilidad frente a las fuerzas destructivas, tiene un fuerte simbolismo en la literatura, la historia y la mitología.
La misma salamandra ignífuga que representa Ricardo, con un falso collage o, mejor dicho, un trampantojo en el cuadro, hace referencia a uno de esos elementos mágicos con un significado asociado a la resistencia, el fuego y la transformación.

Es conocida la creencia medieval y alquímica de que la salamandra era capaz de vivir en el fuego sin quemarse.

La alquimia vincula a la salamandra con el fuego, uno de los cuatro elementos clásicos (agua, tierra, fuego y aire), que encarna la purificación y la transformación a través del calor y las llamas. Pero, en el plano que Casstillo la trae a su obra está relacionado, también, con procesos de cambio espiritual o personal.

El hombre García frente al peligro y la tentación, ante la fuerza maligna de la serpiente enredada entre sus piernas. En el Génesis, la serpiente tienta a Eva para que coma del fruto prohibido, asociándola con la desobediencia y la caída del hombre.
Su presencia se repite con frecuencia en su obra, jugando con su simbología universal, rica y contradictoria. Para algunas culturas son emblema tanto de regeneración como de peligro, de sabiduría o de tentación. Pero, en todas, la serpiente refiere a los misterios profundos de la vida, la muerte y la transformación.

Es así. Desde los inicios de su carrera, Casstillo mantiene este símbolo como parte de su lenguaje pictórico. Unas veces representando al hombre que cae ante su tentación, de acuerdo con la tradición judeocristiana; y, en otras, bregando con fuerza hasta dominarla con sus manos. Dominar sus miedos, sus tentaciones, sus desengaños y seguir adelante, es lo que comunicarían estos pequeños dibujos del año 1986.

Como en esta otra obra sin título, en la que recrea El sueño de Joaquín del Giotto. Por un lado, la voz de una entidad suprema vigilante desde un ángulo superior y, por otro, el sueño, –en el centro representado por los córtices cerebrales– y el ángel anunciador –en collage– que personifica la intervención divina en la vida humana.
Es arriesgado dar una explicación al simbolismo de la serpiente, porque parte de significados personales, que a menudo provienen del subconsciente, como ocurre en el surrealismo, o, como en este caso, cercano a la alegoría y al símbolo religioso.

CONTENIDO SIMBÓLICO

En sus propias palabras:

El dintel o puerta (bandas de color) soportan el paso del mundo y a la vez lo contiene, formando una ventana por la que se puede ver este mundo. Situados dentro, dejaremos pasar lo que acontece fuera, y situados fuera entrevemos lo que sucede dentro.

Con la primera “perspectiva” se puede traducir como la relación del ser individuo con las “cosas” con los demás seres. Y con la segunda, se puede traducir como la relación del ser-hombre con las “cosas” que habitan en su interior.

Si tomamos como idea la nuez, la cáscara pertenece al mundo exterior, endurecida pero frágil y su núcleo, la semilla, que, si no se desprende de su robusta envoltura, corre peligro de pudrirse y perecer.

ALQUIMIA y MECANICISMO

García trabaja afanado con sus elementos químicos. Su pasión es crear, descubrir, conocer y saber, al tiempo que mantiene una fuerte línea de conexión con su vida personal, y, un poco más diluida, con las tribulaciones sociales que acontecen a su alrededor.

De esta imagen queda una idea subyacente entre las cuadrículas: son obstáculos en su camino, le restan tiempo y atención a su creación y a su propia libertad. Impedimentos que domina haciendo malabares para llegar a su objetivo.

En el Nuevo Testamento, uno de sus libros de cabecera, la palabra ‘tribulación’ aparece en varios pasajes, a menudo vinculada a la paciencia. Juan, capítulo 16 versículo 33 “En el mundo tendréis tribulación; pero confiad, yo he vencido al mundo”.

Desde sus primeras obras en los tempranos 80, el mecanicismo en Ricardo es también una constante.

Los objetos mecánicos forman parte de su lenguaje plástico. Se repiten con tal frecuencia que sus rodamientos y sus barras de acero han llegando a convertirse en elementos característicos que le distinguen como pintor. Elementos mecánicos que no dejó de incorporar nunca en sus cuadros hasta el último de sus días.

Así lo confirman estos ejemplos de 1989 y del año 2020:

Tanto el futurismo como el constructivismo ruso fueron movimientos de las primeras décadas del siglo XX en los que se basó en algunos momentos. El entusiasmo por el progreso tecnológico después de la I Guerra Mundial celebraba las máquinas, la producción en serie y el concepto de funcionalidad, que tuvieron reflejo tanto en las artes visuales como en la arquitectura, el diseño y la literatura.
Artistas como Fernand Léger incorporaron figuras humanas y objetos en un estilo geométrico mecanizado, que de algún modo podría recordar a la simplicidad de las siluetas humanas de Casstillo.

La máquina simbolizaba modernidad y progreso, pero también opresión y desafío ante la naturaleza humana. El legado del mecanicismo le había dejado una profunda huella. Por eso, en esta obra (Las Tribulaciones del Sr. García), también dedica algunos espacios a la relación entre el ser humano y la tecnología.

Manifiesta durante muchos años una clara preocupación por la evolución de la tecnología y la opresión social que se habían vuelto dominantes, creando una sociedad dividida en dos clases sociales, como había observado Fritz Lang en su película de culto, Metrópolis, 1927.
La España de los 60 y los 70, la de la infancia y primera juventud de Ricardo Casstillo, era una sociedad que apostaba por el progreso de la industria y que creó una clase obrera alrededor de las fábricas, semejante a la que desfila en la película de Lang.

Ejemplo de esa tribulación de la clase trabajadora son estos sobres de luto (1992) en los que representa operarios atrapados entre la maquinaria. Accidentes y vidas perdidas, cuya única consolación para sus viudas era una simple NOTA DE PÉSAME enviada, amabilísima como siempre, por la fábrica:

Y para concluir, si bien el interés por la mecánica, la física, el progreso, la investigación y los avances en la humanidad ha quedado de manifiesto en su obra, no menos lo fue la naturaleza: los pájaros y mariposas, que también son constantes, en estas cuadrículas representan una esperanza de pureza y de vida.

De la segunda obra de gran formato colgada en esta exposición, El Ring de la Memoria, dimos buena cuenta en la entrada anterior de este blog. De ella simplemente habría que confirmar que pertenece de lleno a este ‘neosimbolismo’ que Ricardo Casstillo hizo suyo.

En definitiva, la colectiva Sevilla en abierto. La actualidad de lo bello, organizada por el distrito Casco Antiguo del Ayuntamiento de Sevilla, contó con la mitad de los artistas que en la primera edición, pero la exposición acogió más de un centenar de obras, entre las que figuraron además de las dos mencionadas de Casstillo, obras de Miguel Ángel Aracil, Enrique Balón, María Caro, Manuel Egido, María García Renedo, Dionisio González, Paco Lara-Barranco, Sylvain Marc, Andrés Monteagudo, Mª Paz Pérez Serrano, Esther Pizarro, Dionisio Ruiz Cortés, Salustiano y Pedro Simón.

Pincha aquí para ver el catálogo:

Pepa Pineda Villarrubia, Sevilla a lunes 23 de diciembre de 2024